Creando una Bélgica Libre de Drogas
Julie Delvaux recorre Bélgica en bicicleta para educar a las personas sobre la Verdad Sobre las Drogas, creando asociaciones efectivas para hacer que Bélgica esté libre de drogas.
Bélgica es conocida por su arquitectura, arte, cultura y comida. Sin embargo, el país enfrenta un problema de abuso de alcohol y drogas, lo que lleva a un aumento en las tasas de criminalidad. Los funcionarios registraron más de 285 000 delitos y 56 000 casos de tráfico de drogas en un solo año.
Pero Julie Delvaux tiene otro plan: una nación libre de drogas donde los jóvenes puedan alcanzar su máximo potencial. Aunque nació en Bruselas, Delvaux creció en un pequeño pueblo belga y desarrolló una pasión por el ciclismo a los cinco años. Cuando era adolescente, sus amigos la introdujeron al alcohol y al cannabis, la droga ilícita número uno en Bélgica. Delvaux se dio cuenta rápidamente de los efectos desastrosos de la droga. “Sentía que no tenía control sobre mí misma”, dice. A los 17 años, se mudó a Inglaterra, donde se mantuvo alejada del alcohol y las drogas y se dio cuenta de lo mucho mejor que se sentía sin ellas. Decidió llevar una vida libre de alcohol y drogas.
Al regresar a Bélgica, Delvaux se dio cuenta de lo “normal” que era para la gente de su país consumir drogas. Comenzó a buscar formas de manejar el problema y se le presentó la Fundación por Un Mundo Libre de Drogas durante un evento al que asistió. “Me encantaron los materiales, que explican de una manera muy objetiva qué son las drogas”, dice.
Delvaux decidió usar estos materiales como parte de una campaña de prevención. Creó un grupo y montó puestos de información en toda la ciudad, donde distribuyeron folletos de La Verdad Sobre las Drogas a jóvenes, padres y educadores. También animaron a la gente a probarse unas “gafas de simulación” que imitan los efectos de las drogas en una persona. Esto se convirtió en una atracción estrella y los niños firmaban gustosamente un compromiso de llevar una vida libre de drogas después de experimentar la demostración. “Solo les estoy exponiendo a la verdad para que puedan tomar la decisión correcta”, dice Delvaux.
Animada por el éxito de la campaña, Delvaux decidió duplicar sus esfuerzos. Dado que las bicicletas son tan populares en Bélgica, combinó su amor por el ciclismo desde la infancia con su misión de difundir la Verdad Sobre las Drogas. Ella y su equipo comenzaron una gira en bicicleta para llamar la atención sobre su campaña. Cubrieron la ciudad de Amberes, un puerto muy concurrido y el principal punto de entrada de drogas a Bélgica. Allí distribuyeron folletos a 2400 comerciantes, quienes los recibieron con entusiasmo y de inmediato comenzaron a entregarlos a sus clientes. “Son concisos y correctos y muy accesibles para el público”, dijo un comerciante.
“Mi propósito es dar la información correcta a los jóvenes para que puedan tomar la decisión correcta y mantenerse libres de drogas”.
A través de estas giras, Delvaux y su equipo distribuyeron más de 513 000 folletos. “Mi propósito es dar la información correcta a los jóvenes para que puedan tomar la decisión correcta y mantenerse libres de drogas”, dice ella.
A continuación, Delvaux buscó maneras de crear un efecto dominó. Invitó a líderes cívicos a sus eventos, quienes vinieron con sus amigos y colegas. Pronto creó más de 50 asociaciones comunitarias, trabajando eficazmente para lograr una Bélgica libre de drogas.
Luego se lanzó a las ondas de radio. “Con estos materiales, podemos crear conciencia en las personas y luchar eficazmente contra las drogas”, dice el presentador de Radio Gold FM. A través de múltiples entrevistas en radio y TV, periódicos y artículos en línea, Delvaux compartió su mensaje con más de 1,3 millones de personas, alcanzando así al 11 por ciento de la población belga.
“Quiero que los jóvenes elijan una vida libre de drogas”, dice Delvaux. “Y con cada libro distribuido y cada kilómetro que pedaleamos, estamos creando ese movimiento”.
Obtén más información sobre la misión de Delvaux en ES.Scientology.TV/JDelvaux.
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