Los estimulantes, a veces llamados “uppers”, aumentan de manera temporal la atención y la energía. Las drogas ilegales más utilizadas que entran en esta categoría son la cocaína y las anfetaminas.
Los estimulantes recetados vienen en tabletas o cápsulas. Cuando se abusa de ellos, se tragan, se inyectan en forma líquida o se machacan y se inhalan.
Los efectos a corto plazo de los estimulantes son el agotamiento, la apatía y la depresión del “bajón” que sigue al “viaje”. Este es el agotamiento inmediato y duradero que rápidamente lleva a que el consumidor de estimulantes desee el fármaco otra vez. En poco tiempo, no estará tratando de tener un “viaje”, sino que tratará de estar “bien” y sentir al menos algo de energía.
EFECTOS A LARGO PLAZO
Los estimulantes pueden ser adictivos. Altas y repetidas dosis de algunos estimulantes durante un corto período de tiempo pueden conducir a sentimientos de hostilidad o paranoia. Esas dosis también pueden dar lugar a temperaturas corporales peligrosamente altas y a un latido irregular del corazón.