| BRASIL | 21 DE MARZO DEL 2024 |

De la Adversidad Personal a un Futuro Positivo

La Directora Ejecutiva de la Fundación por Un Mundo Libre de Drogas Brasil comparte cómo convirtió la educación sobre las drogas en su objetivo número uno.
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Jane Nascimento está en una travesía para ayudar a su país a superar el abuso de drogas.

“Todo comenzó cuando tuve un accidente y me fracturé una vértebra. Fueron dos años de tratamiento intenso que me impidieron trabajar. En medio de fisioterapia, visitas al médico y medicamentos, prácticamente postrada en cama, estaba buscando algo sobre la dependencia química en internet y encontré por casualidad la campaña de Un Mundo Libre de Drogas”, comparte Jane Nascimento, Directora Ejecutiva de Un Mundo Libre de Drogas Brasil.

Para Nascimento, este fue su punto de inflexión. Acababa de dejar un matrimonio de 26 años con un hombre alcohólico y su hijo de 17 años se volvió adicto al crack. Había conocido a muchas familias que estaban desesperadas en busca de una solución y se dio cuenta de que tenía que hacer algo para ayudar.

“Fueron largos años de sufrimiento en busca de conocimiento y tratamiento”, dice Nascimento. Pero en el 2016, se puso en contacto con la Fundación por Un Mundo Libre de Drogas y la invitaron a participar en un seminario. “Me presentaron todo el material educativo y simplemente me encantó. Me recibieron con cariño, atención y respeto que nunca olvidaré. Desde entonces, comencé una colaboración con la Fundación y decidí no parar nunca”.

Poco después, Nascimento organizó una gran marcha en la ciudad de Frutal en Minas Gerais, donde el ejército, la policía, los scouts, las iglesias, los clubes locales, los terapeutas, los grupos de artes marciales, los cantantes, los exdrogadictos, las empresas y otros miembros de la comunidad marcharon de la mano para crear conciencia sobre los peligros de las drogas. Luego formó Un Mundo Libre de Drogas Brasil, que desde entonces ha sido reconocido por el gobierno federal. Finalmente había encontrado las herramientas que necesitaba para lograr su objetivo: crear conciencia en la comunidad sobre los efectos nocivos del consumo de drogas.

“Está arraigado en la cultura brasileña que solo los medicamentos pueden aliviar los problemas. Cambiar este concepto es un gran desafío. En las farmacias, los medicamentos se venden al azar, sin receta, lo que da como resultado que cada vez más y más personas se vuelvan adictas a ellos”, explica Nascimento. “Brasil es el país que consume más crack en el mundo. En São Paulo, se puede encontrar ‘Cracolândia’, que es una cuadra de la ciudad donde los consumidores de crack se reúnen, fuman crack libremente y trafican con drogas. Además, algunos gobiernos ahora están tratando de legalizar las drogas. En mi opinión, la falta de políticas públicas, de seguridad pública y de educación sobre las drogas en las escuelas contribuyen al aumento del abuso de drogas”.

Para acelerar el impacto de la campaña, Nascimento estableció 67 grupos en todo Brasil, con un total de 350 voluntarios. Ella y su equipo están creando conciencia sobre las drogas en sus comunidades y, lo más importante, en más de 600 escuelas, donde llegan a los niños a una edad temprana para que puedan tomar decisiones informadas y evitar el camino hacia el crack y otras drogas dañinas.

“Me siento agradecida de poder ayudar. Mi misión es usar mi experiencia y lo que viví para llevar soluciones a otros y compartir los materiales proporcionados por la Fundación por Un Mundo Libre de Drogas”.